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Los oficiales de inmigración de EE. UU. comenzarán a devolver a los inmigrantes venezolanos a México si cruzan entre los puertos de entrada, anunció el miércoles la administración Biden.
El cambio de política probablemente tendrá inmensas implicaciones en El Paso, que ha visto un aumento dramático en los migrantes de Venezuela que cruzan a El Paso desde Juárez en las últimas semanas.
“Esta decisión proporcionará una descompresión muy necesaria mientras manejamos esta crisis humanitaria para que podamos tratar a cada individuo con compasión mientras cumplimos con la ley, y como a todos nos gustaría ser tratados”, dijo el alcalde Oscar Leeser en un comunicado.
La administración Biden también anunció un nuevo esfuerzo que podría permitir que 24,000 venezolanos ingresen legalmente al país. También anunció un esfuerzo conjunto con México para detener la migración irregular de venezolanos que se han estado moviendo hacia el norte en cantidades masivas desde América del Sur.
“Estas acciones dejan en claro que existe una forma legal y ordenada para que los venezolanos ingresen a los Estados Unidos, y la entrada legal es la única forma”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado. “Aquellos que intenten cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos serán devueltos a México y no serán elegibles para este proceso en el futuro. Aquellos que sigan el proceso legal tendrán la oportunidad de viajar de manera segura a los Estados Unidos y ser elegibles para trabajar aquí”.
El plan para devolver a los migrantes venezolanos a México marca un cambio radical para la administración Biden, que había criticado políticas similares de la administración Trump. Biden puso fin a la política de “permanecer en México” de Trump y la administración ha dicho que quería eliminar el Título 42, una política de salud pública que permitía a Estados Unidos expulsar a migrantes sin proceso legal durante la pandemia. Los tribunales han bloqueado los intentos de limitar el uso del Título 42.
Los republicanos han criticado el manejo de los asuntos migratorios por parte de la administración Biden y lo han convertido en uno de sus temas clave para las elecciones de mitad de período del 8 de noviembre.
Los grupos de defensa de la inmigración recibieron con beneplácito el anuncio de que la administración Biden usaría un proceso de libertad condicional humanitaria para permitir que hasta 24,000 venezolanos ingresen legalmente al país. Pero fueron muy críticos con el plan de utilizar la política de expulsión del Título 42 para hacer retroceder a los solicitantes de asilo en la frontera.
“Sin duda, esto afectará de manera desproporcionada a los venezolanos que no tienen vínculos estrechos con los Estados Unidos, pero que, sin embargo, merecen el debido proceso y protección”, dijo Krish O’Mara Vignarajah, presidente y director ejecutivo del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados. “Que sus expulsiones estén encubiertas por preocupaciones de salud pública solo unas semanas después de que el presidente Biden declarara que la pandemia había ‘terminado’ es profundamente inquietante”.
El Paso-Juárez se ha convertido desde agosto en uno de los principales puntos de cruce para los venezolanos que buscan ingresar a Estados Unidos. La Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas liberaron a más de 6.800 migrantes en la comunidad de El Paso la semana pasada, la mayoría de ellos venezolanos, un aumento de cuatro veces en solo seis semanas, según un tablero mantenido por la ciudad de El Paso.
La afluencia incluyó a cientos de migrantes liberados a las calles. Durante varios días, crearon un gran campamento al aire libre cerca de la estación de autobuses de Downtown Greyhound. Funcionarios de la ciudad dijeron que los agentes de inmigración no han liberado a ningún migrante a las calles en la última semana.
La nueva política probablemente ejercerá más presión sobre los refugios en Juárez, muchos de los cuales ya están llenos.
“Encontraremos la manera de albergar a tantos de ellos como podamos aquí y en nuestra red de 17 albergues, pero es posible que terminemos viendo a más migrantes viviendo en las calles”, dijo Lilia Barraza, quien junto a su esposo Rodolfo durante los últimos cuatro años ha dirigido el Albergue para Migrantes Solus Christus en Juárez.
Lilia Barraza dijo que con el aumento esperado de la necesidad, tiene la esperanza de que más personas, iglesias y negocios hagan donaciones a los refugios del área.
“No podemos hacer esto solos”, dijo.
Los funcionarios de El Paso han organizado más de 240 autobuses chárter desde principios de septiembre que han enviado a más de 12.000 inmigrantes a Nueva York y Chicago. Los funcionarios de la ciudad han dicho que creen que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias reembolsará sus costos de atención y transporte de migrantes, pero existe incertidumbre sobre cuánto se cubrirá de los costos de transporte.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. dijo que EE. UU. y México acordaron un plan para nuevos puntos de control migratorio, recursos y personal adicionales, objetivos conjuntos de organizaciones de tráfico de personas y mayor intercambio de información relacionada con nodos de tránsito, hoteles, escondites, y lugares de montaje.
El anuncio también decía que Estados Unidos ofrecería asistencia de seguridad adicional a los socios regionales para abordar los desafíos migratorios en el Tapón del Darién en Colombia y Panamá , una zona selvática peligrosa que se encuentra en el camino principal para los venezolanos que se dirigen a México y Estados Unidos desde Sudamerica.
Alrededor de una cuarta parte de los 28 millones de venezolanos que se estima han abandonado el país en los últimos años debido al colapso de su economía bajo un régimen de izquierda que ha sido rechazado por gran parte del mundo. Solo Siria y Ucrania, devastadas por la guerra, han visto mayores desplazamientos de población en los últimos años.
Muchos venezolanos que llegan a los Estados Unidos carecen de familiares u otros posibles patrocinadores, lo que les dificulta trasladarse de la frontera a otras comunidades estadounidenses.
Estados Unidos y Venezuela no han tenido relaciones diplomáticas formales desde 2019.
Venezuela se ha negado a aceptar a sus ciudadanos expulsados bajo el Título 42 por los Estados Unidos, y México se ha negado en gran medida a aceptar venezolanos hasta ahora. Eso ha dejado pocas opciones a los funcionarios estadounidenses más que liberar a los inmigrantes venezolanos mientras los tribunales de inmigración deciden sus casos.
Por Cindy Ramírez
Foto: Corrie Boudreaux/El Paso Matters
Créditos: elpasomatters.org
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