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Perder peso y mantenerse en forma es un desafío que muchos enfrentan en la actualidad, con la lucha constante contra hábitos alimenticios poco saludables y un estilo de vida sedentario. Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez por qué podría ser más fácil adelgazar durante el invierno que en verano? La ciencia nos brinda algunas respuestas claras que podrían cambiar tu perspectiva sobre la pérdida de peso.
La ciencia del invierno y la grasa marrón
Diversos estudios científicos han revelado que bajar de peso puede ser más alcanzable en invierno debido a una respuesta única del cuerpo al frío. Cuando experimentamos bajas temperaturas, nuestro organismo tiende a aumentar la producción de una grasa especial llamada grasa marrón. A diferencia de la grasa blanca que se acumula en el abdomen y contribuye al sobrepeso, la grasa marrón juega un papel crucial en la regulación térmica del cuerpo.
Esta grasa marrón es capaz de generar calor al quemar grasa blanca, lo que, a su vez, favorece la pérdida de peso. Contrario a la creencia anterior de que este tipo de grasa solo estaba presente en los bebés, investigaciones más recientes han demostrado que las personas con metabolismo acelerado tienden a tener una mayor cantidad de grasa marrón.
Cómo aprovechar el frío a tu favor
Entonces, ¿cómo podemos utilizar el frío del invierno a nuestro favor para estimular el metabolismo y facilitar la pérdida de peso? Los expertos sugieren salir a caminar o hacer ejercicio con ropa ligeramente más liviana de lo usual, permitiéndonos sentir un frío tolerable. La idea no es exponerse de manera peligrosa al frío, sino estimular el metabolismo mientras realizamos actividad física.
Además, se aconseja que, al menos una vez al día, nos permitamos estar menos abrigados de lo normal durante unos minutos, incluso dentro de casa. Este breve encuentro con el frío podría estimular la producción de grasa marrón, acelerando así el metabolismo.
Estimulando el metabolismo con métodos seguros
Si bien el invierno brinda una oportunidad única para aprovechar el frío, existen métodos seguros y accesibles para estimular el metabolismo en cualquier época del año. La aplicación de hielo o compresas frías en la zona posterior del cuello, donde suele localizarse la grasa marrón, durante 15 minutos dos o tres veces a la semana podría ser beneficioso. Este proceso puede aumentar la cantidad de grasa marrón y facilitar la quema de grasa blanca acumulada, llevando a una pérdida de peso gradual.
Es crucial destacar que algunos métodos extremos, como sumergirse en hielo o la crioterapia, pueden no ser seguros ni accesibles para todos. Por ello, la aplicación de hielo de forma localizada emerge como una opción más viable y menos riesgosa.
No obstante, es esencial recordar que la pérdida de peso saludable no se trata solo de estimular el metabolismo, sino también de mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente. Estos factores combinados con la comprensión de cómo el cuerpo responde al frío pueden ser la clave para alcanzar tus objetivos de peso de forma efectiva y sostenible.
Por Luis Arana
Foto Getty Images
Créditos ensedeciencia.com
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