Inmigración

Ofrece DHS a migrantes ‘última oportunidad’

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Cientos se entregan y reciben documentos antes de que inicie operativo de detenciones

En un acto sorpresivo, a escasas horas de que concluya el Título 42, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ofreció una “última oportunidad” a los indocumentados que se encuentran en el Centro, antes de comenzar una “operación de aplicación dirigida de la ley”, para detener y deportar migrantes.

Sin pensarlo mucho, cientos de personas se pusieron en fila para registrarse con elementos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y solicitar los documentos que les permitan viajar al interior del país o acogerse de manera temporal en los albergues que financia el Gobierno federal en El Paso.

El lunes por la noche, CBP anunció un operativo para detener a los migrantes que cruzaron ilegalmente y no pidieron asilo político. A este grupo pertenecen la mayoría de los 3 mil 300 que acamparon afuera del Sagrado Corazón y el Centro de Oportunidades para los Desposeídos (OC).

El martes, en un operativo sorpresa y de madrugada, elementos de CBP en conjunto con la Patrulla Fronteriza (USBP), arribaron al campamento improvisado en los alrededores de la iglesia del Sagrado Corazón, situada en el Segundo Barrio para entregarles un volante, cuyo mensaje los conminaba a que se entregaran voluntariamente so pena de regresar para detenerlos y deportarlos.

“Fue algo maravilloso para ser cierto y la verdad no lo podía creer hasta que tuve en mis manos el documento que me permitirá continuar mi camino y me dieron la bienvenida para entrar a los Estados Unidos”, dijo casi entre lágrimas Nelson, originario de Venezuela, que al igual que cientos de sus connacionales se entregó ayer martes a la Patrulla Fronteriza para regularizar su situación migratoria.

“Yo pensé que si me volvía a entregar me iban a deportar, dejarme preso o simplemente me volvían a ‘tirar’ para México, tal y como lo hicieron la primera vez que me expulsaron por Nogales, dijo el hombre de 47 años y padre de ocho hijos, tras narrar que sintió terror al despertar y ver encima de él a los agentes federales.

Él, al igual que los cientos de extranjeros, dijo sentir miedo porque al principio lo que pensó fue salir corriendo… “pero orando, pidiéndole a Dios, que es quien me sostiene siempre, llamé a mi esposa Glorimar y me dijo que ella siempre hacía lo que yo le decía, pero que esta vez me tocaba hacer lo que ella decía: ‘Me dijo entrégate’ y así lo hice”.

El nativo y criado en la ciudad de Puerto Cabello, en el Estado Carabobo de Venezuela, dijo que lo sucedido la madrugada del martes fue un regalo de Dios al darle una oportunidad de continuar su camino, rumbo a Orlando, Florida, en donde piensa seguir su proceso de asilo político y trabajar para sacar adelante a su familia.

Cientos en la ‘vía correcta’

Durante la mañana y tarde del martes se observaron largas filas en las instalaciones de CBP, ubicadas sobre la calle Oregon, entre Novena y Loop 375, justo a un costado del puente internacional Paso del Norte.

Apoyados por elementos del Departamento de Policía (EPPD) agentes de la Patrulla Fronteriza y CBP dieron entrada a los inmigrantes para procesar sus expedientes y otorgarles la tan anhelada forma para darle legalidad a su estancia en el país.

No obstante durante el día privó la desconfianza e incertidumbre entre otros migrantes que no se decidían a acercarse y acogerse al beneficio dado por el Gobierno federal como una forma de extender la rama de olivo a los inmigrantes indocumentados, y como un símbolo de paz, remontándose a los tiempos bíblicos, los antiguos romanos y la mitología griega.

El volante cuyo texto decía: “¿Cruzaste la frontera entre los puentes internacionales? Si es así, ¿Has sido procesado por agentes de la Patrulla Fronteriza o por algún otro oficial de Aduanas y Protección Fronteriza?”

Y agregaba: “Todos aquellos que necesiten solicitar albergue de la Ciudad y el Condado de El Paso u organizaciones religiosas, tienen que haber sido procesados por oficiales de CBP”.

“Si no lo has hecho, te conviene entregarte en la estación más cercana en el área Central de El Paso, ubicada en el 1101 S. Stanton en El Paso, Texas”, para luego enfatizar que “en ese lugar serían procesados por oficiales de CBP y puestos en la vía migratoria correcta”.

Con esta operación de aplicación dirigida planificada los cientos de inmigrantes se acercaron incrédulos para solicitar documentos que les permitieran viajar o refugiarse en El Paso antes de que los agentes de Inmigración y Control de Aduanas entraran en acción para detenerlos y expulsarlos bajo el Título 42 o bien colocarlos en procedimientos de deportación bajo el Título 8.

Vencen el miedo

“Sentí mucho miedo, mucho temor. Estaba dormido en la banqueta cuando me desperté y los vi y me dije… ya nos llevaron, aquí no quedó nada”, dijo otro de los migrantes mientras sostenía uno de los volantes.

El venezolano José Rodríguez fue otro de los inmigrantes que después de varias horas decidió acogerse al derecho de la protección temporal (TPS) antes de ser sorprendido en una de las redadas de la Patrulla Fronteriza.

Algunos migrantes manifestaron que tuvieron la oportunidad de preguntar a sacerdotes católicos sobre la incursión de los agentes y éstos les aseguraron que era una buena oportunidad.

El obispo Mark Seitz, de la Diócesis Católica de El Paso, aconsejó a los migrantes en el Sagrado Corazón, al puntualizar que el mensaje sigue cambiando, y que era normal que desconfiaran después de los sufrimientos vividos en su travesía.

“No puedo garantizarles lo que sucederá, pero creo que esta será su mejor oportunidad”, dijo Seitz a los migrantes tras apuntar que después del 11 de mayo los agentes no serán tan amigables con los que se encuentren en las calles.

Jessica Montiel fue otra de las personas que se resistía a creer tanta bondad, “la verdad no sé qué creer, muchos dicen que sí, que nos van recibir, pero la verdad me da miedo que y si resulta que me regresan a mí y a mi niño Luis”, expresó mientras decidía si se formaba o no. Al final decidió entregarse.

Detalló que durante su estancia en México, más de ocho meses, nunca pudo ingresar a la aplicación de CBP One, por lo que al llegar a la frontera decidió ingresar ilegalmente el lunes por la noche.

“Es una buena oportunidad para nosotros, mucha gente está en la calle y la verdad que es mucho sufrimiento y es tiempo de seguir nuestro camino”, dijo la mujer que se prepara para viajar a Florida. “Estoy feliz, fue toda una aventura, desde pasar por la histórica región del Darién, conocer muchos países y llegar a Estados Unidos”, dijo el pequeño Luis.

Pero mientras los agentes de CBP procesaban a los cientos de inmigrantes al mismo tiempo otros se entregaban a la Patrulla Fronteriza, por la puerta 40, con el fin de ingresar antes del término del Título 42, el cual vence el 11 de mayo a la medianoche.

Por Jaime Torres/El Diario de El Paso

Foto: Justin Hamel/The New York Times

Créditos: diario.mx

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